Se levantó de un salto de la cama y se vistió con prisa
- He de irme. Soy un Ángel y tengo que entrar a trabajar
- ¿Un Ángel? - dije yo sorprendida - ¿No eras uno más que tiene un blog en Internet?
Y se marchó de prisa y enfadado, murmurando entre dientes no se que de los ángeles de la guarda. No se porqué, pero no me los imaginaba así... ¡¡Qué cosas!!
Elisabeth
CAMINOS LIMPIOS
Hace 4 horas