sábado, 7 de noviembre de 2009

Ménage à trois


Me he enamorado de dos ángeles. Uno es independiente y duro, aunque a veces baja la cabeza avergonzado ante cualquier conversación. El otro es un arco iris que brilla cuando mi cielo se cubre de nubarrones. No se por qué escribo aquí esto, donde reina la ternura, la magia y el amor eterno. Tal vez sea la necesidad de autocastigarme por mi egoismo, por que yo también he criticado siempre a las mujeres que estaban en esta situación diciendo que jamás me ocurriria a mi. Pero que quereis. Una no sabe lo que la vida depara hasta que pasa, y me ha pasado a mi. He de decir también, que ninguno sabe de la existencia del otro y que durante casi tres años he podido compartir mi vida con los dos. No es que lo que uno no me da me lo de el otro, es que los dos me dan tanto que me enamoraron los dos y no tengo valor para desprenderme de uno de ellos. Se que esto va a terminar mal, muy mal, seguro, y que antes de quye extalle sin control debería conseguir una explosión controlada y amortiguada, pero soy tan débil, que no me atrevo a decirle a ninguno lo que la verdad esconde.


No, está muy claro. No se que hacer.


Elisabeth